martes, diciembre 28, 2004

TIMSS y TSUNAMI

Por supuesto que no deben sorprender los resultados del TIMSS en ciencia y en matemática. Chile se encuentra muy por debajo del resto de los países de la muestra. Ni siquiera los colegios privados son capaces de hacerle el peso a los colegios fiscales extranjeros. La crisis de la educación básica y media es alarmante en todo sentido. Y las señales de que las cosas andan mal en la educación chilena no se necesitan buscar en los colegios. Basta con mirar las discusiones sobre temas científicos que se suceden de cuando en vez en la prensa.

Las ciencias y la matemática (el lenguaje de las ciencias exactas) son las herramientas que el hombre ha creado para entender el mundo y en particular a la naturaleza. Cuando se trata de entender un fenómeno natural no se debería tener miedo a usar conceptos de matemáticas y de física elemental para discutir sobre un fenómeno. Pero esto no es así. Consultado el director de la ONEMI sobre la reciente tragedia en el Sureste asiático y sobre si se podía comparar con el terremoto de Valdivia del año 1960, respondió que no, que el terremoto de Valdivia había sido miles de veces más poderoso que el que originó los Tsunamis en Indonesia.

Bueno, la verdad es que el terremoto de Valdivia (el más grande registrado en la historia) fue solamente 5 veces más poderoso que el terremoto del Sureste asiático (errando el director de la ONEMI en tres órdenes de magnitud). No se necesita ser experto en prevención de riesgos, ni geofísico, ni sismólogo para saber esto, basta con saber física y matemáticas elementales (según los planes y programas del ministerio de educación el logaritmo se enseña en 4to medio). Buscando en internet uno encuentra la relación entre la magnitud del
sismo en la escala Richter y la energía liberada

log10 = 11.8 + 1.5 M

donde E es la energía en ergs y M es la magnitud en Richter.

Sin entrar en el origen de esta fórmula (que por lo demás desconozco), uno puede hacer el ejercicio de comparar el terremoto del sureste asiático y el gran terremoto de Chile de 1960 y llegamos a la conclusión que el factor es solamente 5.

De dónde sacó el director de la ONEMI que el terremoto chileno era miles de veces más intenso que el asiático? No sabemos. Maturana puede haberse equivocado por muchas razones,

  • No sabía lo que le estaban preguntando. En vez de decir no sé, prefirió inventar un número.
  • Lo escuchó alguna vez en la prensa y lo siguió diciendo sin verificarlo. Le pareció sospechoso, trató de chequear la información pero ya no se acordaba de los logaritmos, mas aún no sabía lo que significaba el 10 chiquito delante de log. Dijo miles para salir del paso.
  • El terremoto chileno es el más grande del mundo y él se siente orgulloso y por eso prefiere exagerar. Cuando se juntan todos los jefes de emergencia del mundo él es el que tiene el terremoto más grande.

En fin, es difícil imaginar que lo que estaba pensando y sólo se puede especular. Lo que es bastante más grave es que tampoco el periodista que lo entrevistó, ni los editores, ni nadie que leyera el diario después fuera capaz de desmentir la cifra o al menos de intentar verificarla. Acá se aplica el vicioso principio de creerle a la autoridad, aun cuando en este caso la autoridad es un profesional de la Salud y no un científico de la tierra. Así como esta pequeña joyita, cada cierto tiempo y quizás con la misma frecuencia que los temblores, se suceden estas anécdotas, que no son otra cosa que un reflejo de lo precaria de la educación científica en Chile y por supuesto no es culpa de Maturana sino del que le da el afrecho.

Si le creemos al TIMSS, tenemos que concluir que sólo una pequeña fracción de la gente en Chile es capaz de ocupar la fórmula escrita arriba y al mismo tiempo dominar los conceptos de fracción, energía, logaritmos y potencias, de donde se sigue que no es para sorprenderse que el director de la oficina nacional de emergencia se equivoque en este cálculo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante la apreciación, y además es bien descriptiva de lo que pasa en Chile. Pero, ¿era necesario todo ese discurso?, es es típico de nosotros los chilenos. Ese arribismo intelectual para tratar de mostrar todo lo que sabemos, o en el caso de tu crítica, ¿no es cómo buscarle la quinta pata al gato? Puede ser verdad toda esa ignorancia de Maturana, sin embargo yo creo que fue no más que una expresión para graficar lo que quería decir. El comentario me recuerda la cultura de los leguleyos, esa cultura que en que el abogado intenta, a partir de una falta pequeña, hacer caer todo el peso de la ley sobre el infractor, para mostrarse y validarse. En fin...

Roberto dijo...

Bueno, volviendo a leer mi comentario tengo que reconocer que puedo haber pecado de lo que tu llamas arribismo intelectual. Y quizás debí haber escrito algo más conciso consignando la falta y punto. Pero creo que es grave que la persona encargada de la prevención de riesgo en el pais no sepa evaluar un evento natural de manera cuantitativa. Si tu piensas que estoy extrapolando este "pequeño error" a otras posibles faltas que este señor ha cometido o puede cometer en el futuro, la respuesta es ... si. Y es más creo que no es culpa de él sino de la situación catastrófica en que la Educación Chilena, en particular la Educación científica, se encuetra. Está es una realidad que se ve reflejada en esta y en otras muchas anécdotas, unas inocentes y que pasan desapercibidas y otras que pueden tener consecuencias de mayor visibilidad.